Aníbal
Cuevas, reconocido autor y orientador familiar, habla en una entrevista sobre
el matrimonio y la vida familiar, basándose en la experiencia que durante años
ha ido acumulando. Entre sus principales
conclusiones, destaca que la peor amenaza del matrimonio es la monotonía. A
continuación reproducimos la entrevista completa.
¿Cuáles
son los principales problemas a los que se enfrentan los matrimonios hoy en
día?
Aníbal
Cuevas:
Sin
duda se trata de un tema muy complejo que engloba muchos ámbitos de la vida, no
solo influyen factores personales o de la pareja sino ambientales, sociales,
laborales, económicos… Como me gusta ser práctico, enunciaré algunas de las
causas de fracaso que está en la mano de los cónyuges evitar.
Nuestra sociedad es excesivamente
afectiva y sentimentalista, existe una confusión muy grande entre lo que es el
amor y lo que es el enamoramiento.
Amar a alguien es querer el
bien para él, hacer todo lo posible para que sea feliz, olvidarse de uno mismo…
Darse incondicionalmente.
El enamoramiento tiene más que ver con estados
de ánimo, sentimientos, etc… y es por tanto variable. ¿Es malo el enamoramiento?
No, pero como base del matrimonio es muy endeble.
Otro
factor de fracaso es el error de concepto entre ser libre y ser independiente.
Cuando me caso lo hago libremente, puedo renunciar a cosas libremente, es decir
puedo, y debo, ser libre en el matrimonio pero sin perder de vista que este no
es la suma de 1+1 sino algo nuevo. La
independencia supone desvinculación, falta de comunión, cada uno a lo suyo,
estar a la defensiva para que no me anulen.
También
quisiera destacar que las psicologías masculina y
femenina son distintas, ni mejor ni peor una que otra. El hombre no puede
pretender medir o interpretar lo que hace o dice la mujer de acuerdo a sus
esquemas, y viceversa. Hay que ponerse en el lugar del otro, conocerle y
conocer sus características propias.
Por
último, creo que muchos de los
fracasos se dan por motivos relacionados con cómo se vive la sexualidad. Aquí
la idea del hombre y la mujer son muy distintas. Cuando se circunscribe a lo
meramente físico estamos en vías de fracasar; hay que recuperar lo afectivo y
lo espiritual en las relaciones conyugales.
¿Qué
se puede hacer para que el matrimonio se mantenga unido?
AC/ De
manera telegráfica: ser fiel al proyecto común,
poner toda la carne en el asador, “quemar las naves”.
Mostrar aprecio y respeto a la pareja en pequeños detalles cada día.
Ser comprensivos uno con el otro, saber perdonar y pedir perdón, ser agradecidos.
No permitir pensamientos tóxicos sobre la pareja sino positivos,
fomentar durante el día las ganas de volver a casa; desterrar el victimismo y
por último una vida sexual feliz, humana, integrada que busca algo más profundo
que el mero goce físico y relacionada con lo más grande del amor: dar vida.
¿Qué
errores son los que comenten más frecuentemente tanto el hombre como la mujer una
vez casados?
AC/ El
genial Chumy Chumez afirmaba que el
más eficaz disolvente del matrimonio es el aburrimiento y la monotonía.
El
matrimonio comienza con una ceremonia de compromiso, es desde ese momento cuando tenemos que cuidar lo que acaba de nacer
Estar enamorado no solo del
cónyuge sino de la vida en general, buscar razones para vivir, y buscarlas juntos.
Pienso que compartir una visión trascendente de la vida es muy importante.
Hay que elevar la vida matrimonial, ponerla en otra dimensión y que no
sea simplemente algo más de la vida diaria que a veces tanto oprime.
¿Qué
diferencia los matrimonios actuales de los de antaño, que generalmente duraban
toda la vida?
AC/ De
entrada soy de los que piensan que cualquier
tiempo pasado no fue mejor, no añoro otros tiempos. Es cierto que las
legislaciones y el ambiente eran más propicios al matrimonio. Sin embargo lo importante es cada matrimonio, por
eso frente a ese 50% de fracasos del que hablábamos al principio, hay otro 50%
que cuida su matrimonio, que se preocupa de su cónyuge y sus hijos, que cultiva
su amor, que está dispuesto a darse y que, además disfruta mucho de la vida de
esta manera.
Quizás hace falta más
compromiso, más atrevimiento, más audacia para afrontar cada día con ganas de
sacar el matrimonio adelante.
Una
idea que me parece genial es lo que parece ser que le dijo el Canciller
Bismarck a su esposa, “me casé contigo para amarte”.
Es decir, me caso contigo porque te amo, pero lo hago para
amarte. El amor es algo vivo que se recrea cada día en pequeños detalles.
¿Cómo
afecta sobre los hijos la relación que mantienen los padres entre ellos?
AC/ Llevo
bastantes años impartiendo cursos de orientación familiar y me he dado cuenta
de que por mucho que los padres sepan sobre características de
los hijos, sobre autoridad, uso del tiempo libre, etc… el éxito en la educación
está en el amor que se profesan ellos dos.
Los hijos necesitan, para crecer equilibrados y alegres, que papá y
mamá se quieran, un ambiente de seguridad física, afectiva y espiritual.
Creo que ver a sus padres unidos, demostrándose en pequeños detalles
cotidianos su amor e ilusión, verles afrontar juntos los malos momentos y
disfrutar de los buenos, compartir criterios; en definitiva procurando un
ambiente familiar adecuado, es lo más importante.
¿Qué
medidas establece en su casa para mantener la unidad familiar?
AC/ Quisiera resaltar una que me parece el quicio sobre el que apoyar las
relaciones y la vida de familia: la comida.
Si quieren tener éxito en su vida de familia recomendaría a los padres
que realicen el mayor número de comidas en familia, si es posible una cada día.
En un ambiente relajado y natural como es la comida, o la cena, se está
en mejor disposición de escuchar, de hablar, de ser generosos, educados. Se dan
momentos de diversión, de contar anécdotas que quedan en el recuerdo. Por supuesto,
los llamados gadget electrónicos (móviles, smartphones, la televisión, etc….)
No están invitados.
Es el momento de la familia por excelencia.
Fuente: http://www.lafamilia.info/
Fuente: http://www.lafamilia.info/