El ritmo de vida actual muy acelerado, a veces, no nos deja tiempo para pensar en nuestra alimentación lo
que acaba afectando a la salud de nuestra familia y de nuestros hijos.
Debemos
hacer una pausa y comenzar a actuar reintroduciendo las buenas costumbres alimentarias en nuestra familia.
Sin duda una de las cosas
que más preocupa es la salud infantil. Si reflexionamos sobre las
comidas que hacen nuestros hijos nos daremos cuenta que muchas veces los
hábitos que han adquirido no son del todo saludables.
Así que es muy importante crear en nuestros hijos buenos hábitos y
enseñarles a alimentarse correctamente día a día, y una forma bien fácil y
divertida de hacerlo es ¡cocinando en familia!
Sabemos que los niños son curiosos por naturaleza y durante sus primeros años
están muy receptivos a todo tipo de estímulos e informaciones por lo que la
cocina será la escuela perfecta para aprender no sólo a alimentarse bien,
sino que a través de ella pueden
aprender a valorar más la comida, desarrollar sus habilidades motrices, experimentar
con los sentidos (sabores, olores, texturas…), ver los procesos que sufren los
alimentos, el trabajo en equipo, saber compartir y ofrecer cosas a los demás y
sobre todo será un buen momento para estrechar de una manera divertida la
relación con los padres haciendo tareas juntos.
Al principio podemos dejar que nuestros hijos vean cómo cocinamos e ir dejándoles
hacer pequeñas tareas (que no impliquen uso de fogones o cuchillos por el
peligro que conlleva) como por ejemplo cortar verduras con las manos, pelar
huevos duros, sacar y preparar los ingredientes de la nevera, llenar ollas de
agua para cocer las cosas, batir o amasar.
Cuando adquieran habilidad
suficiente podemos comenzar a hacer algunas recetas sencillas y sanas con
ellos, sobretodo en fin de semana porque hay más tiempo para dedicar a la
cocina, incluso previamente podemos
llevar a los niños a comprar los ingredientes lo cual también puede ser muy
instructivo.
Una receta que sin duda a
cualquier niño le encantaría es hacer una pizza. Una pizza artesanal hecha con
masa casera e ingredientes frescos es muy saludable porque tiene alimentos de
la base de la pirámide nutricional como son los cereales (masa hecha de
harina), verduras y hortalizas y proteínas.
Con poco
tiempo verás que la alimentación de tus hijos pasará a ser un juego de niños
para toda la familia.
¿Te animas?