Los padres temen hablar de sexo con sus hijos



Aunque no lo crean, los adolescentes están dispuestos a que sus padres les hablen de sexualidad y afectividad, pero en la mayoría de los casos, son los adultos los que evitan la charla, pues no saben cómo ni cuándo iniciar la conversación al respecto; así lo advierte un estudio reciente.

La Campaña Nacional para Prevenir el Embarazo en Adolescentes realiza anualmente una encuesta en los Estados Unidos, la cual en su última versión -año 2012-, demuestra que los padres son las personas más influyentes en sus hijos respecto a sus decisiones en temas de sexualidad.

La pregunta exacta que se les hizo a los adolescentes fue: “Cuando se trata de tu decisión con respecto a las relaciones sexuales, ¿quién ejerce más influencia?”. A la que respondieron mayoritariamente: ¡los padres! (Padres 38%, los amigos quedaron en segundo lugar con 22%, los medios de comunicación obtuvieron 9%, líderes religiosos y hermanos empataron con el 6% y los profesores y educadores 4%.)

Así los chicos tengan fácil acceso a la información, queda demostrado que los progenitores son y serán la mejor escuela de sexualidad. “Es esperanzador saber que en una cultura en la cual los adolescentes están continuamente bombardeados con imágenes sexuales por los medios de comunicación, los padres ejerzan todavía la mayor influencia en sus hijos.” Opina Christina Martin en su análisis del estudio publicado en Notifam.

El reporte muestra que la cercanía entre padres e hijos, el compartir actividades y la presencia de los padres en casa, están directamente relacionados con un menor riesgo de inicio de vida sexual temprana y embarazo en adolescentes.
“Los adolescentes que tienen una buena relación con sus padres y se sienten apoyados por ellos, tienden a retrasar el inicio de las relaciones sexuales y tienen menos parejas sexuales.”

El problema es que muchos adultos le “hacen el quite” al tema, aunque reconocen que es importante orientar a sus hijos al respecto.

Los adultos evitan el tema
Resulta paradójico entonces que todos -tanto adolescentes como adultos- están de acuerdo en que tener conversaciones abiertas y honestas sobre estos temas en la familia, ayuda a posponer la actividad sexual y evitar un embarazo; pero al mismo tiempo el 90% de los adolescentes y el 88% de los adultos, creen que los padres no saben cómo ni cuándo iniciar esta conversación, ni tampoco qué decir al respecto.

Consecuentemente esta omisión de los padres, puede hacer que los chicos se refugien en fuentes poco confiables como son los amigos, internet, revistas light, entre otras.

¡Manos a la obra!
Educar a los hijos en aspectos relativos a la afectividad y sexualidad no debe constituir una carga pesada y difícil; más bien debe ser una ocasión para disfrutar la vida familiar y enriquecer la vida cotidiana.

Por eso, por el bien de los hijos, por su futuro, hay que tomar la responsabilidad que se tiene como padres de familia y por ningún motivo delegar esta tarea al colegio u otros agentes.

Para lograr este propósito hay formarse y prepararse muy bien para que los hijos no nos tomen fuera de base, aprender a tratar el tema desde tempranas edades, con los términos adecuados y bajo la orientación indicada.