Vivir sin quejarse, ¿cómo sería?



Basta observarnos durante un día corriente para darnos cuenta de que en realidad nos quejamos del calor, del frío, de la inseguridad, del tráfico, de los políticos, de la situación económica, de los quebrantos de salud, de la pareja, de casi todo…

Sin embargo, las quejas y los lamentos no ayudan en nada, al contrario, pueden hacernos sentir peor. ¿Cómo cambiar la actitud por una más positiva?

Emociones tóxicas
Muchas veces pensamos y transmitimos incansablemente los aspectos negativos de los sucesos, de las personas, de las circunstancias. Transformamos todo en tragedia.

Lo que desconocemos es que la mala actitud, nubla aún más el panorama, agranda los problemas y esconde las soluciones o los aspectos favorables de cada situación.

Además, este tipo de actitud emite un estado mental hostil, que se alimenta cada vez que la persona se queja, juzga y critica. Esto hace que las personas se vuelvan más vulnerables a las enfermedades y a los conflictos.

Todo lo contrario sucede cuando hay una actitud positiva de por medio, puesto que ésta brinda fortaleza, empoderamiento, y transforma las dificultades en fuentes de aprendizaje.

Otra mirada…
“Cambia la forma de ver las cosas, y las cosas cambiarán de forma”.
Optar por lo positivo, debe ser una elección que marque nuestro estilo de vida, es decir, nuestro pensar y actuar debe estar en la permanente función de rescatar lo positivo.
Al afrontar la vida de esta manera, se deja de lado las emociones que intoxican el cuerpo y el alma, todo se convierte en enseñanza, y esto proporciona las bases para ser feliz.

Decálogo del Espíritu Positivo
  • El Espíritu Positivo es una mezcla de serenidad interior, optimismo, caras amables y buen humor. Cultive estas cuatro plantas.

  • Tenga ojos para lo positivo, no se detenga en lo negativo únicamente. Elimine el pesimismo y el derrotismo, considerando los aspectos positivos de la realidad.

  • No permita que la conducta sea resultado de su estado de ánimo: cuando no se sienta bien, sonría; cuando las cosas salgan mal, ríase.

  • Estar siempre alegre es el mejor regalo que puede hacerle a los demás: sonría y mire con cariño.

  • El lenguaje anima o desanima. Por eso no hable cosas negativas -críticas, quejas, lamentos-, ni siquiera con el fin de motivar a otros.

  • Haga de la confianza una clave de su vida. El Espíritu Positivo es el resultado de confiar en uno mismo, en los demás y en Dios.

  • Vea las realidades presentes con “ojos de futuro”; así tendrá serenidad. Ahora se ríe de las “tragedias de niño”; después se reirá de las “tragedias de ahora”.

  • No se tome demasiado en serio a sí mismo. No considere los defectos de los demás como ofensas personales. No haga tragedias de cosas sin importancia. Así vivirá alegre.

  • Prefiera entre sus amistades a personas alegres y serenas. Destierre a los “aguafiestas”.

  • Tenga los pies en la tierra y el corazón en un sueño. El entusiasmo es el estado de ánimo resultante de poseer una visión esperanzada de la vida. Por eso impóngase retos.

*Del Libro “Trabajar Bien, Vivir Mejor” - Regino Navarro Ribera