Es muy frecuente que el tratamiento farmacológico reduzca el
apetito en los niños y adolescentes afectados por TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad).
Para la mayoría de
los niños no debiera de ser difícil llegar a comer de casi todo si se les
enseña y se les acostumbra desde pequeños, pero para los niños con TDAH, que
reciben tratamiento farmacológico, la disciplina para crear ese hábito resulta
muy difícil de aplicar.
Por eso es fundamental agudizar nuestra creatividad y nuestra paciencia a la hora de ofrecerles la comida y
hacernos con trucos para que les resulte más tentadora.
No
confundamos aquí tampoco el querer con el poder. Quizás cuando nosotros queramos que coman,
ellos no tendrán apetito y esto hay que tenerlo en cuenta.
Debemos
aprovechar las horas de mayor apetencia, por ejemplo, igual a la hora de la comida no
tienen apetito pero a la hora de la cena sí, es entonces cuando aprovecharemos
a dejarles que coman la cantidad que quieran.
En
cuanto al tipo de alimentos que les podemos ofrecer han de ser variados, pero sobre todo
alimentos que les gusten. No nos
empeñemos en que coman verduras, por muy sanas que sean, si el niño no las
puede ni ver. Deberemos ir introduciéndolas muy poco a poco y siempre con
refuerzos positivos.
La comida
ha de ser sobre todo variada, creativa y nutritiva. No debemos
preocuparnos tanto en el tipo de comida, sino en la cantidad. Por ejemplo, no
importa si le das al niño un poco de helado si se lo come junto a una
mandarina. Se trata únicamente de utilizar
las estrategias necesarias para que coman, para ofrecerles comida tentadora.
Las
horas de las comidas no deben representar un momento de conflicto, si no un
momento de comunicación.
La hora
de la cena podría constituir el momento ideal para hablar de lo acontecido a lo
largo del día, prestándoles la mayor atención posible a sus comentarios y
opiniones y facilitando así el poder crear un vínculo que predisponga a trabajar
la inteligencia emocional, solución de problemas y habilidades que suelen estar
deterioradas.
No nos preocupe
tampoco que coman a deshoras, a veces se levantan por la noche para comer
porque es entonces cuando se les despierta el apetito, no se lo reprochéis.
Dejadles que cenen y recenen!
Es fundamental
mantener comida atractiva siempre a su vista encima del fogón, para que le
tiente a comer. Pequeñas pizzas, galletas variadas, atractivas o lo que sepáis
que más les puede, ya no gustar, sino tentar!