Ser "perfecto"

La obsesión por la perfección lo único que genera es mayor descuido en la observación global de tu vida.

La perfección lo único que genera es más y más pensamientos obsesivos.
Muchas veces se ha dicho que debes pensar antes de actuar, pero si el pensamiento desplaza a la acción, siempre estarás en el mismo lugar… en la obsesión compulsiva que te vuelve más y más temeroso de fallar.

Un cirujano está preparado, ante cualquier circunstancia que pueda ocurrir, sorpresivamente. En ese momento no piensa, actúa.
Ya ha tenido tiempo de prepararse para si­tuaciones extremas.

Observemos lo siguiente…
Si sumergimos la cabeza en el agua y retenemos la respiración, al correr de los segundos comenzaremos a sentir la falta de oxígeno.
Ante esta situación de presiones tendremos el reflejo de sacar la cabeza rápidamente para respirar. Esto lo hacemos sin pensar.

Si estamos sumergidos en nuestros pensamientos, y no podemos ver otra cosa, corremos el riesgo de ahogarnos. Es la acción concreta lo que nos permite oxigenarnos.

Si vivimos sumergidos en los pensamientos obsesivos o en las emociones inmaduras viviremos una vida de asfixia espiritual.
La reflexión es fruto de la acción concreta y pura del Corazón.
Es necesario para la vida ser personas ejecutivas.

Si nos acostumbramos a vivir una vida sumergidos en los propios pensamientos y sentimientos ermitaños empujaremos a los seres que decimos amar a la misma vida de soledad y asfixia.

La respuesta siempre está en la acción con­creta, siempre se encuentra en la comunicación sincera…
La Respuesta está en el compartir sincero…

Fuente: Revista La Vida como Escuela nº 81