Los padres varones (a partir de ahora
los llamaremos simplemente padres) aportan una valiosa e insustituible
educación a sus hijos.
Esta es la idea que quiere demostrar W.
Bradford Wilcox, director del National
Marriage Project de la Universidad de Virginia, en The Atlantic.
Un creciente número de investigaciones
sugieren que los hombres aportan mucho más que dinero para la educación de sus
hijos. Kyle Pruett, psiquiatra de la Universidad de Yale
(EE.UU.), afirma que los padres proporcionan a los
hijos elementos educativos distintos a los que les dan las madres.
Wilcox selecciona algunos.
El
juego.
Con los niños pequeños, el estilo lúdico
de los padres se caracteriza por la emoción y la imprevisibilidad. Por el
contrario, las madres son más flexibles y dialogantes al jugar. Normalmente los
padres desempeñan un papel primordial en la enseñanza de aspectos físicos: por
ejemplo, que la violencia
en el trato no es aceptable.
La
capacidad de riesgo.
Los
padres son más propensos a alentar a sus hijos a aceptar riesgos y desafíos, y
a ser independientes, mientras que las madres tienden más a centrarse en la
seguridad y el bienestar emocional de sus hijos. En
particular, los padres desempeñan un papel importante en el
desarrollo de la apertura de los niños hacia el mundo.
Aprender
a protegerse.
Los padres pueden controlar mejor las
salidas de sus hijos, así como quiénes son los compañeros y los adultos con los
que tratan sus hijos, en comparación con familias en la que los padres están
ausentes. Por supuesto, las madres también pueden hacer esto, pero
los padres parecen tener más éxito en mantener alejadas
las malas influencias.
Disciplina. Los padres tienden a ser más firmes con
sus hijos, en comparación con las madres. Cuando la madre y el padre van de
acuerdo, ofrecen un enfoque diverso y equilibrado de la disciplina.
Fuente: http://www.lafamilia.info/